La Culpabilidad del Hombre:
Romanos cap 1:18-32
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra
toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la
verdad; 19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios
se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo,
siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen
excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a
Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser
sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del
Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de
aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por lo cual también Dios los
entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de
modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron
la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas
antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén 26 Por
esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres
cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual
modo también lo hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la
retribución debida a su extravío. 28 Y como ellos no aprobaron tener en
cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas
que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia,
fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia,
homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos,
inventores de males, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales,
sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes habiendo
entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con
los que las practican.
El Justo Juicio de Dios
ROMANOS cap.2:1-16
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual
pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que
hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, 10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; 11 porque no hay acepción de personas para con Dios. 12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
La Torre de Babel
una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. 5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. 6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y
han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. 8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Jesus y Nicodemo:
San Juan cap 3:1-15
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual
pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que
hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, 10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; 11 porque no hay acepción de personas para con Dios. 12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
La Torre de Babel
Génesis Capitulo 11:1-9
1
Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. 2
Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la
tierra de Sinar, y se establecieron allí. 3 Y se dijeron unos a otros:
Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo
en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. 4 Y dijeron: Vamos,
edifiquémonos una ciudad yuna torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. 5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. 6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y
han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. 8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Jesus y Nicodemo:
San Juan cap 3:1-15
1 Había entre los *fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo. 2 Éste fue de noche a visitar a Jesús. —Rabí —le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él. 3—De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús. 4—¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madrey volver a nacer? 5—Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—. 6 Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. 7 No te sorprendas de que te hayadicho: “Tienen que nacer de nuevo.” 8 El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu. 9 Nicodemo replicó: —¿Cómo es posible que esto suceda? 10 —Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? —respondió Jesús—. 11 Te digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. 12 Si les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer si les hablo de las celestiales? 13 Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre. 14 »Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Instrucciones:
Realice la siguiente lectura de Evangelio según
San Mateo cap. 24:1-51 y haga un análisis del texto.
Señales
Antes del Fin
1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle
los edificios del templo.
2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo
esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
3 Y estando él sentado en el monte de los
Olivos, los discípulos se le acercaron
aparte,
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que
nadie os engañe.
5 Porque vendrán muchos
en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y a muchos engañarán.
6 Y oiréis de guerras y
rumores de guerras; mirad que no os
turbéis, porque es necesario que todo
esto acontezca; pero aún no es el fin.
7 Porque se levantará
nación contra nación, y reino contra
reino; y habrá pestes, y hambres,
y terremotos en diferentes lugares.
8 Y todo esto será
principio de dolores.
9 Entonces os
entregarán a tribulación, y os
matarán, y seréis aborrecidos de todas
las gentes por causa de mi nombre.
10 Muchos tropezarán
entonces, y se entregarán unos a
otros, y unos a otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos
profetas se levantarán, y engañarán a
muchos;
12 y por haberse
multiplicado la maldad, el amor de
muchos se enfriará.
13 Mas el que persevere
hasta el fin, éste será salvo.
14 Y será predicado este
evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendrá el fin.
15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora de que habló el profeta Daniel
(el que lee, entienda),
16 entonces los que
estén en Judea, huyan a los montes.
17 El que esté en la
azotea, no descienda para tomar algo de
su casa;
18 y el que esté en el
campo, no vuelva atrás para tomar su
capa.
19 Más ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
20 Orad, pues,
que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
21 porque habrá entonces
gran tribulación, cual no la ha habido
desde el principio del mundo hasta ahora,
ni la habrá.
22 Y si aquellos días no
fuesen acortados, nadie sería
salvo; más por causa de los
escogidos, aquellos días serán
acortados.
23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad,
allí está, no lo creáis.
24 Porque se levantarán
falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
25 Ya os lo he dicho
antes.
26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis;
o mirad, está en los
aposentos, no lo creáis.
27 Porque como el
relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del
Hombre.
28 Porque dondequiera
que estuviere el cuerpo muerto, allí se
juntarán las águilas.
29 E inmediatamente
después de la tribulación de aquellos días,
el sol se oscurecerá, y la luna
no dará su resplandor, y las estrellas
caerán del cielo, y las potencias de los
cielos serán conmovidas.
30 Entonces aparecerá la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran
gloria.
31 Y enviará sus ángeles
con gran voz de trompeta, y juntarán a
sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo
hasta el otro.
32 De la higuera
aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también
vosotros, cuando veáis todas estas
cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34 De cierto os
digo, que no pasará esta generación
hasta que todo esto acontezca.
35 El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36 Pero del día y la
hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino sólo mi Padre.
37 Mas como en los días
de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre.
38 Porque como en los
días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
39 y no entendieron
hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del
Hombre.
40 Entonces estarán dos
en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
41 Dos mujeres estarán
moliendo en un molino; la una será
tomada, y la otra será dejada.
42 Velad, pues,
porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora
el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora
que no pensáis.
45 ¿Quién es,
pues, el siervo fiel y
prudente, al cual puso su señor sobre su
casa para que les dé el alimento a tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo
al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
47 De cierto os digo que
sobre todos sus bienes le pondrá.
48 Pero si aquel siervo
malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49 y comenzare a golpear
a sus consiervos, y aun a comer y a
beber con los borrachos,
50 vendrá el señor de
aquel siervo en día que éste no espera,
y a la hora que no sabe,
51 y lo castigará
duramente, y pondrá su parte con los
hipócritas; allí será el lloro y el
crujir de dientes.